miércoles, 23 de marzo de 2011

Meroe: el Nilo interior

Acabado el viaje narrativo de Rolin, queda la sensación de haber leído una de esas novelas-río de tropecientas páginas; hay que volver a mirar la última para constatar que sólo han sido 216. Y es que, ante todo, Meroe es una agotadora incursión en el Nilo interior -no el interior geográfico, sino el interior del corazón o del espíritu o de ese lugar al que se refiere el propio Rolin, cuando escribe: "opino que los libros viven dentro de nosotros varias existencias, y una de ellas es una prolongada ceremonia mágica".

Y eso es Meroe, una prolongada ceremonia mágica que por momentos recuerda la grandiosa escritura ralentizada de El cuarteto de Alejandría, de Durrell o la narración sin límites de El cielo protector, de Bowles.


martes, 15 de marzo de 2011

Quignard: la Odisea del lector desaparecido

Sí: Quignard es excesivo. Es barroco. Su prosa resulta afectada, a veces parece una pose innecesaria; a veces labrada por la ingenuidad del sabio.

En este caso, a pesar de todo eso -o además de todo eso- nos regala algunas de las más penetrantes reflexiones jamás escritas sobre la lectura:

El libro es la ausencia del mundo. A la ausencia del mundo que es el libro se suma esa ausencia del mundo que es la soledad. El lector está dos veces sólo.

Quien lee a libro abierto, lee a mundo cerrado.

Una vez en la gruta el ojo único del lector lo más cerca posible del volumen, el ojo único se aniquila. El nombre del lector es Nadie.





El oscuro viaje de Sadeq Hedayat

A fuerza de mirar, se me han desgastado los ojos contra la superficie de los objetos, esa delgada y dura corteza que esconde el alma.

Lo dicho: mi intuición suele llevarme al lugar adecuado. En este caso, ha conseguido resarcirme completamente. Hace dos años que decidí leer La lechuza ciega. Y hace unos días encontré el momento perfecto.

Quien quiera explorar los vericuetos del alma humana sometida a tormento, quien quiera acercarse a la percepción de los seres excepcionales capaces de ver a través de la piel, quien quiera acompañar en su viaje interior a uno de esos pocos escritores que se alimentan de la oscuridad y la trascienden, que se arrojen a las páginas de Sadeq Hedayat.

jueves, 10 de marzo de 2011

Ilustrado: premio al aburrimiento

Mira que suelo tener lo que se dice un don especial para no equivocarme con estas cosas.
Desde siempre he comprado música y libros con una intuición especial que me ha conducido a lugares de enorme interés con los ojos vendados.
Pero con este, me falló la intuición. ¿O no?
¿Es Ilustrado la obra maestra que pretende Tusquets? ¿Es una "lectura deslumbrante"? ¿Es una "aventura soberbia"? Para nada. Es un libro correcto que retoma ciertas estrategias narrativas ya en desuso y que aburre mortalmente, salvo que tengas un interés desmedido en las islas filipinas.
Lo confieso. No he pasado de la página cien. No he podido. Me he pasado casi 99 páginas diciéndome "dale una oportunidad". Pero no. Tengo demasiados libros esperando.
Estupenda portada. Magnífica campaña publicitaria. Conseguirán vender muchos ejemplares. La pregunta es cuántos de esos ejemplares se leerán más allá de la página cien.