lunes, 18 de abril de 2016

 De vuelta al mundo de Kobo Abe...


Hace unos años que cayó en mis manos (desde lo alto de una estantería de libros en una de mis habituales de segunda mano), esta magnífica edición de La mujer de la arena.

Una experiencia fascinante.
Muy similar al estado de tensión en el que te coloca Kafka.
Sí, claro, temperamentos distintos, culturas distintas, recorridos vitales distintos.
Pero esa sensación de que algo terrible esta ocurriendo mientras el narrador continúa impasible.
Esa contradicción entre lo aparente y el pulso que late por debajo.
Por supuesto que anoté a su autor en mi lista mental de más buscados.
El tiempo pasó y no volví a toparme con él.


Y ahora, de repente, Encuentros secretos.
Ahí estoy...






miércoles, 13 de abril de 2016

La pesquisa de Rayo Verde

A Juan José Saer hay que leerlo despacito.

Con ese regusto que proponen ciertos platos de condimentación sutil.
Y eso que en este caso, me aventuro, no estamos ante una de sus grandes novelas, sino ante un experimento, no sé si divertimento (del autor, no del lector), o ante una de esas fugas de material que sufrimos a veces quienes escribimos durante muchos años... ciertos textos se nos van de las manos y no hay quien los discipline.

No, no es "una novela de género", como dicen...
Es una novela.
Eso sí: laberintos, historias dentro de historias, giros efectistas, personajes duros, sangre, vísceras... pero todo ello arropado por un lenguaje nada habitual en los lares de género.
Lástima que de las dos historias, la que más prometía es la que queda abandonada, así, sin mas.

Habrá que buscar más Saer...



lunes, 11 de abril de 2016

¿Se puede vivir sin leer?


[20 de marzo]

Acabo de ver que mi última visita a este blog fue el 7 de diciembre.
Casi cuatro meses de ausencia pues.
En ese tiempo ha ocurrido algo inaudito en mi vida de lector.
No podía leer.
Lo he dicho del modo más sintético y claro posible.
Pero sí, era eso: no podía leer. Pasaban los días y no lograba empezar un nuevo libro.
No es casualidad que eso ocurriera mientras estaba redactando la novela que me propuse escribir en el cuaderno de piel de cocodrilo y que me ha llevado dos meses -desde el 2 de enero al 9 de marzo- de intensa experiencia de lucha con el cálamo y las hojas.
Antes, nunca había dejado de leer mientras escribía.
Tendré que reflexionar sobre ello.

Entretanto, consigno las lecturas de estos tres meses (con el paréntesis de esos pocos días mencionados en los que tan solo inicié las primeras frases de varios libros o quise reconducir alguno de los que había ido dejando a medias en el camino, todo ello sin éxito):


La lucecita, de Antonio Moresco: un aperitivo de un escritor que promete un mundo literario. Habrá que estar atentos a la traducción de sus monumentales obras. vértigo de paginas!

Veinticuatro horas en la vida de una mujer, otra de las pequeñas joyas de Zweig que este caso ha sido un puente magnífico para volver a la lectura.

[11 de abril]

Y ya despegando otra vez, arranco con Juan José Saer y su Pesquisa, y ya se me apilan en la mesa dos suculentas propuestas del inquietante Kobo Abe y la ultima traducción anagramesca de Modiano. Veremos...