23/24 de junio
Noche de San Juan. Noche de brujas. Noche mágica que rompe el tiempo y nos obliga a mirar a los cielos.
Hace 110 años que un día como hoy/mañana nació Sabato. Nunca olvidaré aquellas palabras suyas en Abaddón el Exterminador, confesando q2ue su madre no le contestaba con exactitud sobre su nacimiento, una duda que lo atormentó siempre y que atribuía a que su madre no quiso inscribirlo en el Registro en fecha tan aciaga.
Pasan los años y no me libro del fantasma de Sabato cada noche de San Juan.
El cuaderno se acaba y me deja el sitio justo para apenas dejar constancia de esa presencia.
Del mismo modo que Terra Nostra supuso un límite para nosotros hace tantos años, un Non Plus Ultra en la confusa, contradictoria, apabullante, irrenunciable, maldita tarea de la escritura, Sobre Héroes y Tumbas había significado otra clase de límite, otro nadir, otra última estación en la escalada a las montañas que tocan el cielo, otra última bajada infernal a los dominios subterráneos que queremos y no queremos explorar.
La noche de brujas nos reúne a las puertas de El Mundo Nuevo, un giro dentro de los laberintos inabarcables de Terra Nostra y una promesa de volver, de continuar las relecturas de los grandes, de los pocos que para nosotros serán siempre los grandes.
NOTA ACLARATORIA (O QUE LO PRETENDE):
A. y yo descubrimos el Boom allá por 1979 de la mano de nuestro profesor de literatura Miguel Teruel y Gregorio de Tejada: Gabo, Donoso, Cortázar, Fuentes, Sabato, Vargas Llosa. Recientemente, en el curso de una conversación telefónica en la que nos e4sforzábamos por pulir una lista escueta de las mejores novelas que habíamos leído en los últimos cuarenta y tantos años, le propuse a traición y acepto de inmediato releer Terra Nostra -como ya habíamos releído no ha mucho Bajo el Volcán y El Obsceno Pájaro de la Noche. La macrometanovela-desafío de Fuentes había sido durante años nuestro templo de la escritura inalcanzable, tanto que el miedo a que sus columnas se resquebrajasen hemos permanecido apartados de ella durante cuarenta y un años. Y ahí estamos...
1 comentario:
En la noche de brujas, a las puertas de El nuevo mundo, superado ya el recelo de que Terra Nostra nos decepcionara, de que nos defraudara la magia inherente a todas esas vidas cruzadas y nos desencantara ese gigantesco animal mitológico que habíamos creado y alimentado todos estos años, y vencido incluso el temor de que nos traicionara la memoria, vuelve a producirse el sortilegio cuarenta y un años después.
Ahí vamos.
A
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