Cuando digo Volodine, estoy pensando principalmente en uno de estos cuatro escritores: Lutz Bassmann, Manuela Draeger, Elli Kronauer y Antoine Volodine.
Crónica posmoderna de la desolación que, tras una tajadura en el abdomen, se introduce entre tus vísceras, revuelve tus intimidades y asciende hasta la aorta para estrujarte el corazón.
Eso es Ángeles menores.
Asomarse al abismo de una Nada cartografiada desde la minuciosa interconexión de instantes inexplicables que sólo adquieren parte de su significado cuando cierras la última página de este libro único.
Leed los libros de Fred Zenfl, los libros sin fin así como aquellos que escribió hasta el final y cuya última página siempre está penosamente embadurnada de sangre y de hollín, leed las novelas que ha copiado a veces en dos o tres ejemplares para distribuirlos a los aficionados, algunos continúan su estancia quizá en una u otra fosa común, son fácilmente accesibles si se raspa la ceniza que les rodea y si se separa la cal viva que los impregna y si no se preocupa uno de sus propios sollozos, algunos otros flotan aún entre dos aguas verduzcas, bajo la superficie de sus sueños o los vuestros, leedlos aunque ya no sepáis leer, queredlos, a menudo describen los paisajes de la abyección donde han obligado a respirar a aquellos que habían atravesado vivos la abyección, también encontramos en ellos bonitas escenas de ternura sensual, son novelas que, pese a todo, de vez en cuando no renuncian a la luminosidad de las fidelidades amorosas y del recuerdo, son libros construidos sobre lo que queda cuando no queda nada...
Leed los libros de Volodine-Bassmann-Draeger-Cronauer...
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