11 de mayo
Ha llegado el Quinteto de Mogador. Preciosa edición con ilustraciones sugerentes y títulos prometedores: Los nombres del aire, En los labios del agua, Los jardines secretos de Mogador, La mano del fuego y Nueve veces el asombro.
Sé que se convertirá en una intensa experiencia de lectura que no acabará en el propio Quinteto y que las ramificaciones de este viaje a Marruecos se extenderán durante mucho tiempo y se estrecharán -ya han comenzado a hacerlo- con mi propia escritura de El Segundo Río.
Escuchando a Alberto Ruy Sánchez he detectado preocupaciones comunes -la búsqueda de una voz, la importancia de la escritura interna, la obsesión por detalles aparentemente pequeños que confieren a los textos su propia personalidad, la extensión o dispersión de la escritura durante años, el hallazgo de un tiempo y un lugar para la escritura que es al mismo tiempo real y ficticio, que se alimenta de emociones reales y juega con la literatura y con el arte... el resto lo averiguaré cuando comience a leer.
16/24 de mayo
Mogador es la mismo tiempo un canto a los sentidos, a las emociones, a la búsqueda del placer... y una exploración narrativa llena de claves autobiográficas, de marcas en el camino de un nómada, de recuerdos llenos de sentimientos de un viajero que recorre los desiertos consciente de que son una metáfora del mundo interior. Y así, va llenando las arenas y el sol con los cinco elementos presentes en todas las culturas: aire, agua, tierra, fuego y espíritu, que el prefiere llamar asombro.
Mogador llena de luz los momentos en los que nos detenemos a recordar y buscamos desesperadamente un sentido a los días de una vida aparentemente vacía, o quizá llena de palabras incomprensibles. Pero Mogador también llena de palabras lo inexpresable, o lo que creemos a primera vista inexpresable, porque su significado se pierde por los caminos azarosos de sonambulos que no saben -que no sabemos- de dónde vienen, a dónde van ni qué les trasmite un mundo nocnturno hecho de peregrinaciones inciertas y voces sin rostro.
Mogador es un libro de libros, un agujero por el que escapan las palabras escritas buscando su lugar más allá de lo evidente.
Mogador es el ritual de un culto a la piel, a los cuerpos bajo la piel, a lo insondable tras la mirada por la que escapan los misterios del deseo. Es un libro de buscadores, de amantes, de seres perdidos en un mundo que no soporta la tiranía de lo cotidiano, de vidas desperdiciadas en la contención. Un libro de noches sin dormir y comunión de cuerpos que se abandonan al ritual del amor como forma extrema, absoluta de entrega sin condiciones.
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